domingo, 26 de agosto de 2012

Hopper o la morcilla de Burgos....

Anestesiado por los hechos, reconozco mis ganas de escribir tras el suceso..., pero estos nos habían dejado a todos atónitos ante tal circunstancia.., que no nos dio más que para salir del afamado restaurante.., y caminar a lo largo de la Castellana para dar bajada a la comida, que sin llegar a ser copiosa....nos dejó satisfechos a los cuatro.

Y a su vez, no por menos sorprendidos por el mero hecho de que, unos pinchos de morcilla de Burgos de apenas 4 cm de grosor por 3 cm de alto fueran a ser la estrella de nuestros comentarios, más si tenemos en cuenta que llegábamos de visitar la exposición de Edward Hopper en el Museo Thyssen Bornemisza, bien lograda exposición que nos satisfizo a los cuatro y en la que se puede observar el tránsito artístico de Hopper, su lograda y nada esquiva vinculación con el mundo del cine, al cual de forma inherente dedica una parte de su obra y parte de la cual es tomada por éste para dar encuadres, tiros de cámara, luces y sombras.

Luego ante una cosa y otra, la estrella de nuestra conversación pasó rápidamente a ser los mentados pinchos de morcilla de Burgos del restaurante-asador Casa Juan ubicado en la calle Infanta Mercedes, donde nos "clavaron" literalmente 7€ por cada pieza de tan extraño, rebuscado e inalcanzable manjar llamado, morcilla de Burgos, que difiere del resto en contener arroz, casi un sacrilegio para los que hemos masticado morcilla de castilla de toda la vida, en definitiva 1.166,666 y así hasta infinito, de las antiguas pesetas por pieza, o cinco litros de Diesel, eso si, del normal, o prácticamente el precio de un menú diario en la actualidad...., y que también podemos comparar con el ajustado precio, para mi, de la entrada para la exposición en el museo, 10€ de esos que siempre pensaras que han merecido de forma inequívoca la pena, por poder ver una parte de la obra de tan influyente y afamado, merecidamente, autor contemporáneo del siglo XX.

Finalmente ambas cosas nos complacieron, nuestra visita al museo y la comida en susodicho restaurante cómoda y con muy buenos amigos..., pero ninguno podíamos suponer que parte de nuestro verbo iría a tener como encuentro la comparativa de precios entre, Hopper o la morcilla de Burgos.....

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